LLAMADO A LOS SANTANDEREANOS
El caso salió a la luz cuando una de las niñas cansada
del horror que guardaba alerta a sus padres por su comportamiento triste y
desinteresado por su futuro. Sus padres quienes lejos de imaginar lo sucedido
la llevaron a recibir terapia con la hija del señalado agresor, quien es
psicóloga, pero ella no encontró nada fuera de lo normal. Preocupados, los
padres acudieron a otro profesional de la salud mental, quien a través de un
proceso profesional finalmente descubrió que la niña había sido abusada por su
tío político y padrino.
Tras conocerse esta información, los padres de la jovencita
alertaron a los demás familiares, dándoles el valor a las otras niñas de la
familia de decir que también habían sido víctimas del mismo agresor. Sin
embargo, vivían con miedo de hablar debido a la imagen de respeto que el tío
tenía dentro de la familia.
Hay preocupación de que pueda haber más víctimas, por
lo que es importante alertar a la comunidad sobre este caso. El demandado
agresor, Rodrigo Rojas Palomino, sigue libre y protegido por leyes de
derechos humanos.
Es indignante que, en Colombia, a pesar de existir
políticas que condenan el delito de agresión sexual en menores de edad, las
condenas son un chiste y muchos casos precluyen y las víctimas no obtienen
justicia. Esta falta de acción por parte del sistema de justicia es alarmante,
ya que muchos niños viven con miedo durante años y cuando finalmente están
listos para hablar, se encuentran con que no hay justicia.
Es necesario que se tomen medidas efectivas para
proteger a los niños de este tipo de violencia, y que los agresores sean
castigados con todo el peso de la ley. No podemos permitir que se siga
perpetuando la impunidad en estos casos. La protección de los derechos de los
niños debe ser una prioridad para todos los ciudadanos y para el sistema de
justicia en Colombia. Solo así podremos garantizar un futuro seguro y justo
para las nuevas generaciones.